El caso de las feministas

Hoy a las 22 h. en Antena 3


Samuel (Ernesto Alterio) debe acoger a su madre en su casa, ya que se ha peleado con su marido. No sabe si interpretar que la ayuda que le presta es positiva o negativa para que se reconcilien, ya que piensa que ella se puede estar enamorando de él, su propio hijo.

Hay disturbios en la entrada de una sala de fiestas, nombre eufemístico para un café espectáculos donde vedettes bailan desnudas. Las causantes son un grupo de feministas –tienen una asociación que defiende sus intereses-, que ven este espectáculo como denigrante para el honor femenino. Una feminista anónima le lanza una polvera a gallardo, quien al no poder identificar a la agresora, las envía a todas detenidas.

Para no perder el viaje, y por darse una alegría en el duro día a día laboral, nuestros policías deciden entrar a ver el espectáculo: Sandra (Carmen Morales), una de las artistas, es bajada del escenario en pleno show y golpeada por su celoso marido. Samuel interviene, diciéndole que le denuncie, pero la chica no está del todo convencida.

Ana (Manuela Velasco) invita a toda la comisaría a un ágape de despedida: está decidido, abandona la comisaría. Samuel acusa el golpe, y sin llegar a desvelar del todo sus sentimientos hacia ella, le pide que no se marche, pero ella parece tener la decisión tomada.

Sandra da un paso y decide denunciar, lo que es una satisfacción personal para Samuel, pero una incongruencia para los demás: ¡cómo es eso de denunciar al marido?

Llega Quintana, a quien han hecho Inspector Coordinador del Comité Policial, es decir, policía de la policía. Para Samuel esto es una avance en cuanto a limitar la brutalidad policial, pero Gallardo (Antonio Garrido) sabe bien a lo que viene: Quintana le amenaza, diciéndole que de ahora en adelante las cosas van a cambiar, y que a los detenidos hay que tratarles bien y garantizarle sus derechos. O es así, o va a cerrar la comisaría. Así, al no tener pruebas contundentes contra nadie, Gallardo debe dejar libres al grupo de pintorescas y encolerizadas mujeres.




Gonzalo, marido de Sandra, es detenido. Gallardo decide resolver el problema diciéndole que no vuelva a pegar o amenazar a Sandra, y le deja marchar. Samuel sabe que el tema no va a acabar ahí, y que volverá a hacerlo, de manera que antes de la salida de comisaría de la pareja, le da su teléfono para que le llame si necesita algo.

Samuel llega a casa, donde Rosa le dice que “es una persona muy especial”. Ante esto, Samuel no puede más, y le aclara que él no piensa en ella como posible pareja. Rosa (Manuela Vellés) le responde que ella tampoco, que está enamorada de José (Biel Durán)... pero que con él siente “algo especial. Samuel se conmueve, pero se alegra que no sea un sentimiento equivocado de pareja, al tiempo que se pone como meta inmediata que sus padres vuelvan a estar juntos.

Un vecino de Sandra denuncia gritos y golpes, por lo que nuestros chicos acuden raudos. Malas noticias, Gonzalo dice que Sandra se ha marchado, que no sabe dónde está, y que le ha robado todo su dinero. Samuel no le cree nada, pero no tienen pruebas de lo contrario, por lo que tienen que marchar sin detenerle.

Nuestros chicos concluyen que Sandra puede estar escondida en el piso de la asociación feminista, y vana a buscarla. Efectivamente ahí se encuentra, y está brutalmente golpeada. Sandra le dice que lo del dinero no es verdad, que no se ha llevado nada. Samuel va a casa de Gonzalo y le amenaza: o la deja en paz, o se las verá con él.

Samuel prepara una cita a ciegas entre sus padres, pero el encuentro sale mal, ya que la madre aún resiente las mentiras de José, y le dice que se marche, que no quiere saber nada de él.

Llega el momento de la despedida de Anita, por lo que todos acuden al bar, a desearle buena suerte. Al momento de tomar la decisión, sin embargo, se echa para atrás, y ante la estupefacción de todos –especialmente de su marido-, dice que de marcharse nada, que se queda. Samuel esconde su alegría.

Gonzalo, el marido agresor, aparece en comisaría golpeado y fracturado, y denuncia a Samuel por paliza policial. Samuel lo niega, pero hay un testigo que le ha visto entrar en su casa y amenazarle. Nuestro Sam queda detenido; y para más INRI, esto sucede a ojos de Quintana: Gallardo se teme lo peor, es decir, su comisaría cerrada.

Anita decide tomar cartas en el asunto y ayudar a Samuel. Investigando, se entera que Gonzalo ha retirado todo el dinero del banco, es decir que Sandra no se lo ha robado. Atando cabos, Samuel relaciona lo del dinero con la paliza que ha recibido el maltratador y ve todo claro: seguro que es jugador en las mismas partidas de su padre, ya que la paliza recibida es del mismo tipo que la que le dieron a otro jugador hace poco tiempo.

Acuden a la casa de las feministas, donde se encuentran a los matones de las partidas a punto de matar a Sandra: quieren el dinero. Los esbirros son detenidos. Samuel y Gallardo, sin embargo, deben detener a Sandra por abandono de hogar. Analizando, ven la situación tan injusta, que le ayudan a huir a Francia.

Samuel arregla una segunda cena entre sus padres, y con una letra de una canción que será famosa treinta años más adelante, logra que se reconcilien... pero el peligro continúa: ve un coche vigilando a José, vehículo al que identifica como del matón al que su padre debe dinero.