Hoy a las 22 h. en Antena 3
Samuel (Ernesto Alterio) se estremece al escuchar una dedicatoria en la radio: “esta canción va dedicada a Samuel, de parte de su familla y amigos, que aunque esté muy lejos, saben que pronto volverá a casa con ellos”. Por un momento cree que le hablan a él, pero de inmediato se da cuenta que no, que se trata una coincidencia en el nombre. Se desespera: “tengo que salir de aquí”, se dice.
"El Chatarra”, un delincuente habitual –raterillo de poca monta- acaba de cumplir la mayoría de edad, razón suficiente para que Gallardo (Antonio Garrido) le haga una visita de cortesía: se presenta en su casa y le detiene sin pruebas, bajo el pretexto de hacerle culpable de una serie de robos recientes que llevan su sello. Samuel se opone, ya que para él, no ha hecho nada, pero Gallardo le lleva a comisaría, y le dice a Samuel que no se preocupe, que ya le plantarán alguna prueba falsa, que lo importante es trincarle ahora que por fin pueden.
Ana (Manuela Velasco), cada vez más cerca de Samuel, le ayuda a descifrar los problemas de su pasado familiar, aconsejándole una estrategia para averiguar las verdaderas razones por las cuales su infancia se rompió. Samuel se da cuenta por primera vez que su padre puede estar en verdadero peligro, que sus amistades y compañías podrían entrañarle un daño real y grave, por lo que intenta que deje de frecuentar ciertos círculos.
“El Chatarra”, con la involuntaria ayuda de Samuel, y bajo el auspicio de un abogado, queda en libertad; e inmediatamente se produce un violento atraco en una joyería. Gallardo se enfurece con Samuel, a quien hace culpable del hecho, pero las cosas empeoran considerablemente cuando se sabe que hay una persona herida de gravedad, Ana.
Samuel entra en crisis, ya que además de tener toda la comisaría en contra, se siente culpable de haber enviado a Ana a la UVI, a debatirse entre la vida y la muerte.
Investigando, encuentran un testigo del atraco: Lucas, un muchacho sordo que pasaba por ahí y lo ha visto todo. Samuel le convence para que declare en contra de “El Chatarra”, asegurándole técnicas policiales de anonimato por declación -el cristal opaco: “tú le ves a él, pero el no podrá verte a ti”-... instrumento inexistente en 1977, por lo que Lucas, atemorizado, calla.
"El Chatarra”, un delincuente habitual –raterillo de poca monta- acaba de cumplir la mayoría de edad, razón suficiente para que Gallardo (Antonio Garrido) le haga una visita de cortesía: se presenta en su casa y le detiene sin pruebas, bajo el pretexto de hacerle culpable de una serie de robos recientes que llevan su sello. Samuel se opone, ya que para él, no ha hecho nada, pero Gallardo le lleva a comisaría, y le dice a Samuel que no se preocupe, que ya le plantarán alguna prueba falsa, que lo importante es trincarle ahora que por fin pueden.
Ana (Manuela Velasco), cada vez más cerca de Samuel, le ayuda a descifrar los problemas de su pasado familiar, aconsejándole una estrategia para averiguar las verdaderas razones por las cuales su infancia se rompió. Samuel se da cuenta por primera vez que su padre puede estar en verdadero peligro, que sus amistades y compañías podrían entrañarle un daño real y grave, por lo que intenta que deje de frecuentar ciertos círculos.
“El Chatarra”, con la involuntaria ayuda de Samuel, y bajo el auspicio de un abogado, queda en libertad; e inmediatamente se produce un violento atraco en una joyería. Gallardo se enfurece con Samuel, a quien hace culpable del hecho, pero las cosas empeoran considerablemente cuando se sabe que hay una persona herida de gravedad, Ana.
Samuel entra en crisis, ya que además de tener toda la comisaría en contra, se siente culpable de haber enviado a Ana a la UVI, a debatirse entre la vida y la muerte.
Investigando, encuentran un testigo del atraco: Lucas, un muchacho sordo que pasaba por ahí y lo ha visto todo. Samuel le convence para que declare en contra de “El Chatarra”, asegurándole técnicas policiales de anonimato por declación -el cristal opaco: “tú le ves a él, pero el no podrá verte a ti”-... instrumento inexistente en 1977, por lo que Lucas, atemorizado, calla.
Samuel visita su casa de pequeño, donde todo tiene una apariencia de felicidad y armonía familiar. Habla a solas con su padre, quien le promete cambiar de hábitos y amistades; pero se entera de una noticia aterradora: su madre, sin quererlo ni saberlo, le da indicios de que “queda poco tiempo” para lo que –Samuel recuerda-, fue el momento en que su familia se quebró dramáticamente.
Finalmente Lucas se harta de vivir con miedo, y colabora en la detención de “El Chatarra”. Samuel queda satisfecho, ya que le han cogido de verdad, con pruebas y con las manos en la masa. Gallardo, sin embargo, no está ni mucho menos contento: “podíamos haberle encarcelado desde el principio, y le habríamos ahorrado el daño a Anita”.
Ana, gracias al buen hacer médico, se recupera; circunstancia que Samuel aprovecha para hacerle una visita en el hospital: va con la idea y decisión de decirle que lo siente; que lo último que querría en este mundo es que le hicieran daño, y menos por su culpa; que tenía razón ella, que no todo es nefasto en 1977, porque está ella. Toda esta fuerza –sin embargo-, se invalida, ya que al llegar a la habitación en la que Anita convalece se encuentra con una sorpresa que le hará dar un enorme paso atrás.
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